Inteligencia artificial, palabra del año 2022 por la Fundéu RAE
- La Fundéu RAE, Fundación del Español Urgente, ha escogido esta expresión por su impacto en los medios de comunicación y el debate generado sobre su uso en múltiples áreas
En el Dartmouth Collage (New Hampsire, Estados Unidos), John McCarthy, Marcin Minsky, Nathaniel Rochester y Claude Shannon comenzaron a hablar de inteligencia artificial (IA) en el verano de 1956. Durante todos estos años, la inteligencia artifical ha pasado por épocas donde su relevancia y notoriedad han estado en un segundo plano. La investigación quedó relegada en épocas anteriores por el hecho de que no obtuvo respuestas a la mayoría de retos que inicialmente se plantearon.
Entrevistamos al Prof. Jose A. Lozano, Director Científico del Basque Center for Applied Mathematics – BCAM y Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El Profesor Lozano ha cimentado su carrera investigadora en ahondar en diferentes aspectos de la inteligencia artificial.
El gran desarrollo de la inteligencia artificial en los últimos años, está asentado en el incremento exponencial de la capacidad de cómputo de los ordenadores. Esto ha permitido crear modelos que realizan actividades con mayor precisión y rapidez que los humanos, como, por ejemplo, clasificar imágenes. “La IA vive con nosotros en muchos ámbitos de nuestra vida. Empezando por las aplicaciones móviles, Spotify en sí, es un sistema de recomendación de canciones mediante inteligencia artificial. En esta línea, el asistente de voz Siri del sistema operativo iOS, también es un sistema de inteligencia artificial como el chatGPT, un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por IA GPT-3. En el ámbito de la automoción, nos encontramos con los coches autónomos que se basan en la utilización de herramientas y modelos de inteligencia artificial. Incluso, en algunas ocasiones el diseño de las rutas de autobuses también está basado en técnicas de inteligencia artificial. En el ocio y tiempo libre, el ajedrez online, es un ejemplo de cómo se han desarrollado jugadores digitales sin haber visto ninguna jugada humana, como por ejemplo AlphaGo y AlphaZero.”, comenta el Profesor Lozano.
En BCAM trabajamos en varios proyectos de investigación en el ámbito de la Inteligencia Artificial. En el ámbito de la salud, trabajamos en la predicción de costes, predicción de tratamientos y la predicción de la severidad de un paciente con SARS-COV19. En el ámbito de la energía, investigamos en la predicción de la demanda. En este último proyecto, los resultados obtenidos han sido recientemente publicados en un artículo, recibiendo el premio a la Mejor contribución aplicada en Estadística en los Premios SEIO-Fundación BBVA 2022.
Otro ámbito de la inteligencia artificial en el que se investiga en BCAM es el Fair Learning, en castellano aprendizaje sin sesgos. “La mayoría de los sesgos que poseen los sistemas de inteligencia artificial, son debidos a que el conjunto de datos con el que se aprende el modelo está ya sesgado de partida. El objetivo es aprender sistemas que no hagan discriminación por atributos sensibles como el género, la raza, religión… Para ello hemos creado el Laboratorio “BCAM Severo Ochoa Strategic Lab on Trustworthy Machine Learning”, colaborando junto al Prof. Novi Quadrianto de la Universidad de Sussex (Reino Unido)”.
“El Adversarial learning, trata de crear instancias que pasan inadvertidas para el usuario, pero, sin embargo, confunden al sistema. Estas instancias suponen una brecha en la seguridad de los sistemas de inteligencia artificial. Por ejemplo, en el ámbito del coche autónomo es posible modificar un solo pixel de una señal de tráfico y que el sistema automático de reconocimiento la confunda con otra. En esta investigación creamos métodos de ataque y también defensas para el sistema”, comenta el Profesor Jose A. Lozano.
Una de las peculiaridades de BCAM es que investigamos en la creación de las bases matemáticas de la inteligencia artificial, pero al mismo tiempo hacemos énfasis en su aplicación práctica en el ámbito de la industria y de la seguridad trabajando junto al BAIC, Basque Artificial Intelligence Center, y el BCSC, Basque CyberSecurity Centre. “Nuestra investigación se aplica, por ejemplo, en la detección de anomalías en máquinas o en la predicción del tiempo de vida de dispositivos.”
En cuanto al futuro se refiere, Jose A. Lozano explica que las posibilidades son muy amplias. “Ahora mismo estamos rodeados de sistemas con IA. Sin embargo, esto solo es el principio. La inteligencia artificial puede revolucionar sobre todo el ámbito de la salud, convirtiendo la medicina personalizada en una realidad.” La inteligencia artificial podría tener una aplicación en la creación de sistemas de ayuda a los humanos, por ejemplo, en personas de la tercera edad. “Este colectivo necesita ser acompañado en varias actividades, y aunque nada sustituye a una compañía humana, los sistemas automáticos pueden ayudar y sobre todo prevenir.”
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